Mis Comienzos Tatuando
Empezar en el mundo del tatuaje no fue una línea recta para mí. Fue más bien una serie de intentos, pausas, dudas, decisiones difíciles… y mucha pasión.
El primer intento (2019)
Mi primera vez con una máquina de tatuar fue en 2019, pero no fue el gran comienzo que uno espera. Apenas estaba empezando la universidad, quería aprender a tatuar, así que pagué a alguien para que me enseñara, pero no era el mejor referente. Hice un solo tatuaje y no volví a tocar una máquina en ese momento.
En 2020 retomé, esta vez por una razón muy sencilla: quería salir con mi novia sin depender de mi papá económicamente. Volví a tatuar un par de veces, pero sinceramente… los resultados fueron feos. En ese momento aún cursaba la carrera de Ingeniería Industrial en la Universidad del Norte, así que todo era muy esporádico.
Un intento más formal (2022)
En enero de 2022 arrendé una casa con la idea de empezar a tatuar más formalmente. Me duró un mes (XD). La carga universitaria era demasiada, solo hice un tatuaje y tuve que pausar de nuevo. Ese mes fue pérdida total (hablando económicamente).
Ya en 2023 volví, esta vez con la intención de crear un pequeño portafolio de tatuajes, aunque aún no sabía con certeza si ese era el camino que quería seguir. Tatuaba desde mi casa, cada tres meses, y solo a personas cercanas. Pero poco a poco, la tinta fue ganando terreno en mi vida.
El cambio real: cuando la tinta tomó fuerza (2024)
El verdadero cambio llegó en septiembre de 2024, cuando renuncié al trabajo que tenía y decidí lanzarme al vacío: tomé mi portafolio y el 9 de septiembre entré a Sempiterno Tattoo Studio. Ahí comenzó todo de forma más seria.
¿Por qué dejar un trabajo “seguro”?
Mi motivación siempre ha sido el amor por el arte. Desde que tengo memoria me ha encantado el dibujo. Soy retratista empírico y eso me ha servido como base, aunque tatuar en piel es otro universo. Practiqué con amigos, con personas del barrio que confiaban en mí por mis dibujos. Aun así, la primera vez que tatué estaba tan nervioso que me temblaba la mano. El brazo de la persona se inflamó muchísimo. Pero todo fue experiencia.
Aprender de la piel
He aprendido mucho por prueba y error, viendo videos de YouTube y observando cómo sanaban mis piezas. Eso me enseñó más que cualquier curso. Cada vez que un tatuaje cicatrizaba mejor, crecía mi confianza y me decía que iba por buen camino.
Al inicio, tatuaba solo los fines de semana, cada tres meses, porque trabajaba de lunes a viernes. Pero nunca dejé de buscar mejorar. Siempre me ha gustado el realismo, aunque también manejo líneas y otros estilos con buena técnica. Actualmente no trabajo con color, pero quién sabe más adelante.
Hoy en día, mi enfoque está principalmente en tatuajes realistas. Sin embargo, he desarrolado una buena técnica para tatuajes pequeños, tatuajes minimalistas, retratos, tatuajes para hombres y mujeres que buscan un diseño sobrio o cargado de significado.
Un mensaje para mi yo de 2019
Si pudiera decirle algo a ese Clayton de 2019 sería esto:
“La vida es una y hay que vivirla al máximo. Probar y perder no es perder. Solo se pierde si no lo intentas.”
Yo lo intenté. Me lancé al vacío. Y hoy estoy aquí, agradecido con cada persona que me dejó tatuar su piel.